Xi Jinping es presidente de la República Popular China desde el 15 de marzo de 2013.
También es secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central desde el 15 de noviembre de 2012.
Mano férrea
Xi Jinping ha introducido medidas para reforzar la disciplina del partido comunista de su país, con total control sobre el mismo.
Además, ha promovido una política exterior más agresiva, en especial en relación con Estados Unidos, la disputa fronteriza chino-india y el estatus político de Taiwán.
Analistas apuntan a su deseo de expandir la influencia china en África y Euroasia con diversas iniciativas.
China en la mira del mundo
El régimen de Xi Jinping ha enfrentado diversas denuncias y críticas relacionadas con violaciones a los derechos humanos.
Algunos de esos deplorables incidentes son:
Represión en Xinjiang: La ONU acusó a China de «graves violaciones de los derechos humanos» en la provincia de Xinjiang. El informe señala detenciones masivas, «evidencia creíble» de tortura y uso de vagas leyes de seguridad nacional para reprimir a minorías y establecer «sistemas de detención arbitraria» en la región.
Corrupción en el ejército: Xi Jinping ordenó una purga en el ejército chino debido a «violaciones graves de la disciplina y la ley» por parte de los dos últimos ministros de Defensa, Li Shangfu y Wei Fenghe.
Reclamos y protestas: Las protestas contra Xi Jinping* llevaron al régimen a reducir las restricciones de la política «COVID cero» en China.
Incremento de la represión y censura: El régimen chino ha intensificado la represión y la censura, utilizando su política de «tolerancia cero» contra el COVID-19 para fortalecer su autoridad.
Corea del Norte ha padecido una sucesión de dictadores desde el final de la guerra con el sur en la década de los años 50.
Ironías históricas, los comunistas cuestionan a las monarquías occidentales, pero este régimen asiático ha funcionado como una verdadera dinastía.
Es un asunto de familia y la sucesión ha pasado de abuelo al padre y ahora al hijo, Kim Jong-un, quien desde 2011 dirige uno de los peores estados totalitarios de la historia universal.
El historial sobre derechos humanos del gobierno de Kim Jong-un es calificado como “desastroso” por parte de los entes internacionales.
Corea del Norte y su prontuario
La ONU adoptó recientemente una resolución que refuerza la investigación de las*violaciones de derechos humanos, tanto pasadas como vigentes, del gobierno totalitario norcoreano, tales como:
Campos de prisioneros políticos: Han sido escenario de abusos generalizados, como tortura, trabajos forzados y violencia sexual.
Secuestros internacionales: El régimen norcoreano ha estado involucrado en secuestros de ciudadanos extranjeros.
Persecución religiosa: Creyentes religiosos y personas que intentan huir del país enfrentan persecución.
Impacto de la pandemia: La crisis humanitaria y de derechos humanos se ha agravado tras la pandemia del Covid-19.
A lo anterior se añade la ausencia total de libertad de expresión, medios de comunicación plurales y oposición política.
Además, carece de un sistema que abra las puertas a la alternancia en el poder de tendencias diferentes.
La dinastía del horror
En resumen, Kim Jong-un mantiene esta terrorífica tradición familiar de más de 70 años.
El horror a lo interno se magnifica con una situación de tensión permanente a nivel internacional por la amenaza de su arsenal nuclear.
El más joven de los tiranos comunistas del siglo XXI tiene este prontuario con apenas 40 años de edad.
En marzo de 2013, cuando el régimen venenzolano por fin admite la muerte de Hugo Chávez, muchos ciudadanos y la comunidad internacional pensaron: “Lo peor ya ha pasado”.
Lamentablemente, se equivocaron…
Los últimos 11 años han sido los más traumáticos de la historia contemporánea de una de las naciones con la mayor cantidad de riquezas naturales del planeta.
Ningún ámbito se salva de la hecatombe de los gobiernos encabezados por un conductor de buses colectivos y dirigente sindical.
Chávez lo ungió omo su sucesor a finales de 2012.
Nicolás Maduro Moros, supuestamente nacido en Caracas hace 61 años, se ha visto en la necesidad de arreciar las prácticas autoritarias y antidemocráticas de su mentor para mantenerse en el poder.
Los métodos de Nicolás Maduro
Con un carisma casi nulo y un entorno económico y político nada favorable, el otrora canciller de la República se convirtió en un artífice de la represión tradicional y jurídica para aplacar la competencia política.
¿El saldo preliminar?
Más de 300 presos políticos y una diáspora de casi ocho millones de seres humanos que se reparten por los cinco continentes.
El éxodo venezolano, como consecuencias de las atrocidades del régimen chavista, se considera uno de los más impactantes de la historia.
En su mandato la hiperinflación y la devaluación de la moneda local ha llegado a registros insólitos.
Son niveles que no soporta ninguna economía que se pretenda sana y rentable.
Dramas como la escasez de alimentos, medicinas, empleos, y más recientemente, combustible, forman parte de su hoja de servicios.
El desespero por seguir en el poder
Nicolás Maduro, en su peor momento político, no tiene otro método que incrementar los niveles de hostigamiento a los disidentes:
Emplear malabarismos jurídicos para anular a la oposición y perpetuarse en la Presidencia de Venezuela.
Daniel Ortega Saavedra logró, irónicamente, más poder con los malabarismos legales que mediante el uso de las armas.
El más viejo de los dictadores socialistas va rumbo a los 20 años de dominio absoluto en Nicaragua; un lapso mucho mayor que cuando derrocó a Anastasio Somoza con la llamada Revolución Sandinista.
Ortega es Presidente desde 2007. Su regreso al Ejecutivo ha sido calificado por propios y extraños como una etapa más oscura que cuando abrazó abiertamente las ideas marxistas en los 70 y 80.
Amnistía Internacional documentó un “continuum de represión” que ha afectado a la sociedad nicaragüense. Algunas de las principales tácticas utilizadas por el gobierno incluyen:
1. Uso excesivo de la fuerza: Las fuerzas policiales, a menudo en coordinación con grupos parapoliciales, han realizado miles de detenciones arbitrarias utilizando armas letales en contextos no autorizados por el derecho internacional. Esto ha resultado en la muerte de cientos de personas, algunas de las cuales se consideran ejecuciones extrajudiciales.
2. Criminalización injusta: Se han utilizado “leyes penales” para silenciar a activistas, disidentes y defensores de derechos humanos.
3. Ataques contra la sociedad civil: El gobierno ha operado para cerrar gradualmente el espacio cívico, limitando la libertad de expresión y la protesta pacífica.
4. Exilio forzado: Personas críticas al gobierno han sido forzadas al exilio. Estas prácticas han resultado en detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas y privación arbitraria de la nacionalidad.
Miguel Díaz-Canel tiene hoy el rol protagónico en el poder.
¿Mar de la felicidad? Más bien se asemeja a un infierno opresor.
La Revolución cubana y sus secuelas
La tiranía no sólo se traduce en falta absoluta de libertad dentro de la isla.
También significa un éxodo hoy día únicamente superado por los venezolanos.
Se calcula que más de dos millones de cubanos han huido de su país por razones políticas y económicas.
La receta de los hermanos Fidel y Raúl Castro la continúa el “hijo” de esta Revolución, Miguel Díaz-Canel.
Este ingeniero electrónico es el primer líder del régimen comunista cubano nacido luego de la llegada de los Castro al poder.
En su currículo exhibe cargos a nivel juvenil y provincial en la isla, pasando por responsabilidades militares en Nicaragua, hasta convertirse en Presidente de la República en 2019 y luego en máxima autoridad del Partido Comunista.
Miguel Díaz-Canel hace poco para marcar diferencia con sus antecesores y, sobre todo, para darle algún ápice de esperanza a los propios cubanos y el mundo que clama por la libertad de este país.
En lo que va de 2024, se han reportado múltiples violaciones a los derechos humanos en Cuba.
El Observatorio Cubano de Derechos Humano informó que, solo en febrero se cometieron 282 acciones represivas, incluyendo 95 detenciones arbitrarias. Además, en enero se registraron 626 protestas por diversos motivos, entre ellos la violencia e inseguridad ciudadana.
El informe anual de derechos humanos en Cuba especifica que en 2023 hubo 239 incidentes violentos con 145 víctimas, de las cuales 24 fueron fatales.
Human Rights Watch también ha condenado las violaciones sistemáticas de derechos humanos y los abusos contra manifestantes.