La dictadura socialista de Nicaragua sube el tono los discursos de odio contra la oposición de ese país.

Esta denuncia se desprende de un reciente reporte del servicio de la Voz de América (VOA).

La plataforma noticiosa oficial estadounidense consultó a sociólogos y analistas sobre el tema.

Los discursos de odio buscan agredir al contrario

Los discursos de odio, según los expertos, son aquellos que producen un mensaje negativo y agresivo contra un sector que piensa diferente.

VOA reseña que la vicepresidenta Rosario Murillo ha encabezado los mensajes contra los opositores.

La funcionaria los con adjetivos que van desde «apátridas» hasta «desalmados» y «tragamonedas del imperio».

Esta última expresión es referencia a ser trabajadores de Estados Unidos.

«Los diablos de zacate desenmascarados no aceptan que el pueblo mejore. Son birecos de alma, son chuecos de alma, son ciegos y sordos para entender el bien», dijo Murillo el pasado 15 de julio.

La pareja de Daniel Ortega describe un país idílico, moderno y próspero que pretende ser saboteado por la oposición.

Es exactamente el guion que aplican otros dictadores socialistas, como Nicolás Maduro en Venezuela y Miguel Díaz-Canel en Cuba.

El insulto y la grosería en los discursos de odio 

El reportaje de VOA refiere sobre las reflexiones de la la socióloga y feminista María Teresa Blandón.

La investigadora señala que en varios países de América Latina, «se ha puesto de moda (…) hacer alarde de la grosería para insultar a los que consideran sus enemigos».

Blandón apunta que es un uso extendido entre presidentes, Jefes de Estado, dirigentes pólíiticos y sociales en Latam.

La socióloga explica que la norma del insulto contra quien reclama sus derechos incluye:

  • Descalificación
  • Estigmatización
  • Deshumanización

Una estrategia discursiva

La especialista subraya que esto no exclusivo de una mala educación o de ausencia de valores cívicos, sino también de una estrategia discursiva que tiene propósitos.

«No es por casualidad que personas como Daniel Ortega o Rosario Murillo recurran cada vez más al insulto», dice.

También echan mano de la acusación infundada, a la denigración e incluso a la ridiculización.

Sobre esto último agrega en sus ejemplos los comentarios de Nicolás Maduro contra el único candidato opositor, Edmundo González.

Los sacerdotes en la mira de la dictadura

Los discursos de odio en Nicaragua han sido dirigidos no solo a los opositores.

Líderes religiosos tambien han sino víctimas de las agresiones del la dictadura de Ortega.

La denuncia la hace Yader Valdivia, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

Rosario Murillo ha catalogado en sus locuciones diarias a los sacerdotes de “servidores de Satanás”.

También los ha acusado de “representantes del demonio” y «blasfemos».

La ONU rechaza los discursos de odio

Valdivia dice que discursos de odio están prohibidos por el pacto internacional de derechos civiles y políticos de las Naciones Unidas.

La disposición está contenida en su artículo 20 que establece:

  «Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley».

«Daniel Ortega y Rosario Murillo hacen apología del odio y violentan las normas y además se dan en un contexto grave de derechos humanos», dice Valdivia.