La Revolución cubana transita su séptima década.

Miguel Díaz-Canel tiene hoy el rol protagónico en el poder.

¿Mar de la felicidad? Más bien se asemeja a un infierno opresor.

La Revolución cubana y sus secuelas

La tiranía no sólo se traduce en falta absoluta de libertad dentro de la isla.

También significa un éxodo hoy día únicamente superado por los venezolanos.

Se calcula que más de dos millones de cubanos han huido de su país por razones políticas y económicas.

La receta de los hermanos Fidel y Raúl Castro la continúa el “hijo” de esta Revolución, Miguel Díaz-Canel.

Este ingeniero electrónico es el primer líder del régimen comunista cubano nacido luego de la llegada de los Castro al poder.

En su currículo exhibe cargos a nivel juvenil y provincial en la isla, pasando por responsabilidades militares en Nicaragua, hasta convertirse en Presidente de la República en 2019 y luego en máxima autoridad del Partido Comunista.

Miguel Díaz-Canel hace poco para marcar diferencia con sus antecesores y, sobre todo, para darle algún ápice de esperanza a los propios cubanos y el mundo que clama por la libertad de este país.

En lo que va de 2024, se han reportado múltiples violaciones a los derechos humanos en Cuba. 

El Observatorio Cubano de Derechos Humano informó que, solo en febrero se cometieron 282 acciones represivas, incluyendo 95 detenciones arbitrarias. Además, en enero se registraron 626 protestas por diversos motivos, entre ellos la violencia e inseguridad ciudadana.

El informe anual de derechos humanos en Cuba especifica que en 2023 hubo 239 incidentes violentos con 145 víctimas, de las cuales 24 fueron fatales.

 Human Rights Watch también ha condenado las violaciones sistemáticas de derechos humanos y los abusos contra manifestantes.