Un total de 140 religiosos católicos han sido expulsados hasta la fecha de Nicaragua.

La lista pormenorizada comprende:

  • El nuncio apostólico en Managua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
  • Los obispos Silvio Báez, Rolando Álvarez e Isidoro Mora.
  • 136 sacerdotes de las diferentes diócesis de Nicaragua.

Los datos están recogidos en la  V entrega del estudio ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?».

El documento está a cargo de la investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina.

Molina Indica que 245 religiosos han sido obligados al exilio o han sido expulsados de Nicaragua.

El conteo arranca desde la crisis social y política en abril de 2018.

La arremetida de Daniel Ortega contra los religiosos católicos

Entre los religiosos expulsados hay:

  • Tres diáconos,
  • Once seminaristas.
  • 91 religiosas o monjas.

De ellos, 19 religiosos nicaragüenses, entre ellos el obispo excarcelado Rolando Álvarez y el obispo exiliado Silvio Báez.

Además, otros 14 sacerdotes, han sido declarados «traidores a la patria» y despojados de su nacionalidad.

Los ataques constantes contra la Iglesia Católica de Nicaragua

Esas agresiones forman parte de los 879 ataques que ha sufrido la Iglesia católica de Nicaragua.

Son agresiones ordenadas por el dictador Daniel Ortega con su esposa Rosario Murillo.

La contabilizaciòn va desde abril de 2018 al primer semestre de 2024, según el estudio.

«Debido a los ataques permanentes de la dictadura en contra de los clérigos, las diócesis de Matagalpa, Estelí (ambas en el norte) y Siuna (en el Caribe) se encuentran sin presencia física de sus obispos porque fueron desterrados ilegalmente», anotó la investigadora.

La Arquidiócesis de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes, es la que más ataques ha recibido (294) por parte de las autoridades.

Esto se debe a que es la jurisdicción más grande, porque aglutina los departamentos de Managua, Masaya y Carazo, explicó Molina.

En segundo lugar se encuentra la Diócesis de Matagalpa, con 162 agresiones; seguida por las Diócesis de Estelí (72).

Ambas son dirigidas y administradas ahora desde el exilio por el obispo Álvarez.